domingo, 4 de noviembre de 2012

DISCULPEN LAS MOLESTIAS

ESTADOS CARENCIALES


Pequeñas reacciones cotidianas que nos definen


Cerca de donde vivo hay una gasolinera en la que todas las tardes decenas de coches forman una cola perenne que acaba invadiendo uno, y a veces dos, carriles de la calzada con el consiguiente problema para el tráfico. Incluso con cierto peligro para los peatones que debemos sortear unos coches que pugnan por hacerse con un surtido, con un grado creciente de nerviosismo fruto de las quejas continuas de unos y otros.
Supongo que debe tener muy buenos precios, la verdad nunca lo he comprobado, pero si no, no se explica.
Bien, pues después del último periodo vacacional, hicieron una reforma en la circulación interna de la estación de servicio que le permite disponer de una vía de acceso, fuera de la calzada, con cabida para bien una decena de coches.
Desde que se realizó esta reforma, no he vuelto a ver más de cinco o seis coches en la gasolinera.
Aunque dudo que hayan cambiado la política de precios.


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