Hay semanas, cuando menos te lo esperas, que de repente viene la casualidad a aliviar las sequías propias. Así ocurrió la semana pasada, cuando descubrí (me descubrieron, estos buenos compis siempre al tanto de todo, gracias chic@s) mi propuesta de febrero, después de mucho tiempo sin escribir nada, nada, seleccionada entre las finalistas en el concurso de la microbiblioteca.
Un bonito bálsamo, la verdad.
Sequía
Incapaz de soportar la presión, el hombre del tiempo, derrotado, confesó haber llorado todo el agua que tenía para aquella primavera.
Aquí podéis leerlo en la web de la microbiblioteca, y disfrutar del resto de seleccionados, buenos compañeros y amigos, enhorabuena Montaña, Margarita, Kalton y Patricia; y aquí los ganadores del mes.