martes, 26 de abril de 2016

COSAS QUE PASAN

Me vais a permitir la vanidad:

Enlazo un cuentito escrito en el marco del curso "La creatividad en la escritura" de la Escuela Literaria de la Laguna que estoy realizando, y que la "profe" ha tenido a bien resaltar en el face de la escuela, para mi sonrojo. Son cosas que pasan...


Cosas que pasan

Hay, a la salida del pueblo, un cruce con una curva tan cerrada, y con tan mala visibilidad, que rara era la semana que no había un accidente.

El nuevo alcalde, con ganas de agradar, mandó instalar un espejo de esos que permiten ver toda la bocacalle cuando te aproximas.

La primera vez que el Obdulio pasó por delante del artilugio, se quedó enganchado de aquella visión de ojo de pez y, desde entonces, gastaba las tardes paseándose por delante, calle arriba, calle abajo, acercando y alejando su cara de aquella ventana, sopesando sus deformaciones. Tan así que, llegado el momento, encontró mucho más atractivo ese otro mundo y a cada rato se lanzaba unos cabezazos tremendos contra el vidrio convexo.

A decir que no sorprendió mucho su reacción, pues por algo su apodo en el pueblo no era de los que permitieran presumir una especial presteza metal. Pero fueron tantos los golpes que al final, y sin saber cómo, su cerebro acabó por componerse. Ahora se está sacando dos carreras y anda por las esquinas regalando disertaciones sobre los temas más diversos. Y eso sí que ha sido sorprendente. Hasta tal punto que en el orden del día del último consejo municipal, uno de los temas, trataba sobre la conveniencia de cambiarle el mote; algo que ha ocurrido en este pueblo, en muy, muy, pocas ocasiones.

Tuvo, su tratamiento de choque, un efecto secundario del que ninguno nos percatamos en principio y es que, a fuerza de golpes, el dichoso espejo, desde entonces torcido, devolvía la propia imagen, en lugar de la calle vecina, según se sube desde la higuera.

Dio la casualidad que por allí apareció, uno de esos días, don Prudencio y, siendo como es, al ver aproximarse un vehículo, a la vez que se acercaba al cruce, detuvo su coche unos metros antes de la intersección. El del otro lado del espejo tuvo idéntica respuesta, claro, pero acercándose don Prudencio por la calle de la izquierda, decidió esperar a que su contrario hiciera uso de su preferencia. Allí lo encontramos varios días después, muerto de hambre, o de indecisión, a opinión de otros.

Y así es como fueron las cosas, que también habían podido ser de cualquier otro modo. Que nadie intente extraer una moraleja de estos sucesos. Son cosas que pasan. Eso sí, el alcalde se vio moralmente obligado a dimitir. Sin necesidad de más ceremonias, el Obdulio fue aclamado como nuevo representante. Su primera medida: retirar el espejo, y a Prudencio, ya de paso.


Fantásticamente acompañado, además, por está imagen de Miguel Ángel Roldán (La Cámara) realizada para marcador de Guión de Jesús Olmo en 2008.



domingo, 24 de abril de 2016

¿CUÁNDO DEJARÁN DE REÍRSE...

Relatos desencadenados 2015-2016

Aunque esté ya un tanto arrugado y mustio, no quería dejarlo en el cajón del olvido. Despojito muy retrasado de la 25 del ReC, a este paso acabaré publicando de una temporada para otra.


Fotografía de Manuel Pérez Portero 


¿Cuándo dejarán de reírse del pobre que dejó su vida varada en la punta del faro esperando, cada atardecer, el regreso de su amor marinero?

El día que una ola salte más de lo convenido.


Ni que sea para tener una excusa para meterle la banda sonora...







sábado, 9 de abril de 2016

DE LOS MATICES DE LA PROPIEDAD ASOCIATIVA

Relatos desencadenados 2015-2016

Despojito retrasado de la 24 del ReC.





De los matices de la propiedad asociativa

Deja unos puntos suspensivos que me convencen en número, pero no tanto en valor, que uno está ya más para dos puntos seguidos de una disculpa y con el resto rubricar un aparte.

Pues eso








Y ya puestos, una irreverencia, off time, que me inspiró la visita semanal a los despojitos de la bella Salamandra.


Final abierto

Deja unos puntos suspensivos.

O mejor, ya puestos a saltárnoslo todo.


Final abierto

...


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