Usos y costumbres
Sabes que estás dentro porque el aire en tus pulmones es tan denso que puedes sentir su peso, porque ver, lo que se dice ver. Buscas un punto de apoyo en la barra, como para hacerte espacio, mientras pides tu veneno, y tu brazo de palanca se queda pegado a la madera. Es un buen bar, no hay duda.
Aun ya con la vista más acomodada, apenas distingues el bulto bajo tu taburete. A su lado un pendón apura su copa, y la del bulto, a la espera de las buenas nuevas, mientras el camarero bombardea de guiños el muro que se impone entre él y sus esperanzas.
Ahora ya sabes a quién le partirás la boca al salir, y quién pagará, en sus cuartos traseros, la adrenalina que te sobre. Luego podrás irte a dormir, como un bebé.
Puedes encontrarlo en la página del concurso siguiendo el enlace, así como alguna otra de mis propuestas: malas compañías, quiero pensar, y otras que pueda añadir antes del cierre, siguiendo a Arktos, mi úrsida personalidad, también en Artgerust.
Puedes encontrarlo en la página del concurso siguiendo el enlace, así como alguna otra de mis propuestas: malas compañías, quiero pensar, y otras que pueda añadir antes del cierre, siguiendo a Arktos, mi úrsida personalidad, también en Artgerust.
Me gusta muchísimo tu micro, y el realismo sucio. Con un poco de suerte quizá las musas me acompañen...
ResponderEliminarBesos desde el aire
Gracias Rosa, anímate, quedan unos días.
EliminarBesos al aire.
Me ha gustado tu lado sucio, Miguel.
ResponderEliminarBesos, hoy obscenos.
Gracias Raquel, reconozco que tampoco lo he ensuciado mucho, no se puede enseñar todo así de buenas a primeras, pero estamos en el camino, je je.
EliminarUn beso en la piel, hoy con lengua, je je.
Sanas, saludables y limpias -a su manera- costubres. "Si ocurre algo malo, bebes para olvidar, si ocurre algo bueno, bebes para celebrarlo, y si no pasa nada, bebes para que pase algo", Bukowski dixit.
ResponderEliminarCelebrar siempre, te lo dice uno acostumbrado a brindar hasta por las ausencias, je je.
EliminarSalud Amando.
Buena apuesta.
ResponderEliminarA ver si me da tiempo para escribir algo, que últimamente estoy algo perro :D
Un saludo
Gracias Henry. Pues anímate, ahí tienes un filón, yo creo que la pereza se ajusta también al tema, je je.
EliminarUn saludo.
Miguel, buena descripcióndel personaje, me gusta sobre todo ese final "podrás irte a dormir, como un bebé" que contrasta con todo el relato.
ResponderEliminarGracias Puri. Un compañero de tropelías de juventud insistía siempre en que la vida es buscar el equilibrio, de alguna manera. Claro que, cuanto más largo sea uno de los brazos de la balanza, más pesado tendrá que ser lo que esté al otro.
EliminarBesos.
Ese mundo sórdido y peleón es un decorado no apto para cualquiera, padrino. Qué bien te ha salido.
ResponderEliminarJM
Ya. Me salen muchos bares de esos últimamente, je je, igual tengo que cambiar de costumbres...
EliminarAbrazos Juan Manuel.
Miguel, muy buen ejemplo de un realismo sucio este que muestras, con un final acorde y que sorprende. Me gustó mucho.
ResponderEliminarConocía el concurso, pero no me animaba del todo. Gracias a leer este post, me lanzaré a la arena, aunque esté enemistado con el realismo sucio.
¡Suerte!
Un abrazo.
Gracias Nicolás. Espero leerte, lo mismo te deseo.
EliminarAbrazos.
Me cuesta homenajear a alguien al que admiro tanto. Cuando quiero hacerlo, lo leo en silencio o me pongo sus interminables "tapes".
ResponderEliminarTu texto me ha gustado. Sucio, sí. Con la poesía del que ha perdido casi todo.
Gracias Carlos, desconocía sus "tapes", siempre traes cositas, je je. Gracias.
EliminarUn abrazo.