domingo, 29 de septiembre de 2013

ESTÁS


La convocatoria actual de la Manchonería se centra en el sugerente sentido del olfato.
Aquí os dejo mi propuesta.





    Estás

No es que te pueda percibir a varios metros de distancia, es que con solo entrar en una sala soy capaz de saber si has estado en ella, aunque haya sido varias horas antes, qué has tocado, dónde te has sentado. Límbica reacción incontrolada que me llena todo de ti. 

Imagen de Tehzeta en Flickr 
Dicen que el sentido del olfato se encuentra arraigado en lo más profundo de nuestro cerebro primitivo; una ancestral cuestión de supervivencia, dicen; conservada por mucho que la sociedad la mantenga abotargada en su pozo de civilización sin fondo. 

Dicen.

Yo no lo supe hasta que dejamos de estar juntos.


También lo puedes leer en la página del concurso, y participar de esta convocatoria hasta diciembre, en este enlace.


jueves, 26 de septiembre de 2013

NUEVOS TIBURONES


—Le digo que en el maletero de mi coche había un cadáver que ha desaparecido.
—Pero entonces no entiendo, ¿viene a entregarse acaso?
—¿A entregarme? Está usted loco ¡Vengo a denunciarlo!
—A denunciar que tenía un cadáver en el maletero.
—¡A denunciar su desaparición!
—Pero, ¿cómo su desaparición? ¿Quién era el muerto? ¿Qué hacía en su coche?
—¿Qué importancia tiene eso? Le digo que ya no está.
—Señor gobernador, ¿cómo no va a tener importancia?
—Usted debe ser nuevo aquí, ¿verdad?
[…]

Para saber más

—Mire, tenemos media docena de muertos sin identificar en el depósito, algunos llegados esta misma semana, si le parece podemos organizar una rueda de reconocimiento y si… tal vez podamos...
—Bien. Eso me parece aún mejor que poner una denuncia. Empieza usted a ser razonable. Bien.
—Bueno —suspira—. Como dudo que haya peligro de que los “sospechosos” puedan verle haremos la rueda en la sala de autopsias. Si es tan amable de esperar un momento daré orden de que los preparen.

Apenas un par de minutos después el flamante nuevo comisario de distrito asoma por la puerta.

—¿Gobernador? Acompáñeme.
Al entrar en la sala refrigerada, al comisario aún le parece cálido el aire, al contacto con su piel.
—El segundo por la derecha me gusta —descubre el bulto señalado que corresponde a una mujer, con rasgos étnicamente algo confusos y de mediana edad. No se aprecian signos externos de una muerte violenta.
—¿La identifica como la persona que había en su maletero?
Se encoje de hombros. —Esta ya me parece bien —dice tomándola de la mano que cuelga de la camilla con gesto condescendiente—, me la llevo.
—¿Pero cómo se la va a llevar? ¿Quién es esta señora? ¿Acaso tiene relación tiene con ella? Todavía no hemos determinado las causas de la muerte, ni...
—Como puede ver —dice mostrando ambas aún unidas—,  si analiza su mano encontrará transferencias de epiteliales mías en la suya, eso ya me relaciona con su suerte. No me haga perder más tiempo. Me la llevo.

Sin un solo gesto que pudiera anticiparlo, dos armarios roperos, enfundados en sendos trajes negros, irrumpen en la sala y se llevan el cuerpo en volandas con inusitada destreza.

—Comisario, entiende que no podía ir así por este mundo de tiburones, ¿verdad? Confío que se hará cargo de lo delicado de la situación, y que sabrá tratarla con la conveniente indiscreción.


miércoles, 18 de septiembre de 2013

CALLEJEANDO

ESTADOS CARENCIALES

Pequeñas reacciones cotidianas que nos definen



Lo de los nombres de las calles es bien curioso.

En Barcelona, en el barrio de Gracia, alrededor de la Calle del Peligro, podemos encontrar las de la Libertad, la Fraternidad y el Progreso.

Siento curiosidad por saber si este reparto es una muestra de clarividencia o de un cierto humor negro, rayando el sarcasmo, de algún funcionario bien(mal)intencionado; aunque dudo si no prefiero la ignorancia, al ver que a esta misma Calle del Peligro desemboca la Calle de Venus...








viernes, 13 de septiembre de 2013

MENSAJE EN LA BOTELLA

A la espera del arranque de la nueva temporada del ReC, me parece de justicia reparar el desabrío de no haber creado ningún relato con la frase final de la carta sin remite de José Agustín Navarro, último ganador semanal de la temporada anterior y por tanto, donde se rompió la cadena.

Sirva pues de prólogo, y de vuelta de calentamiento, para esta nueva ronda, rugen ya los motores.



Mensaje en la botella

Querido tipo afortunado.

Te ofrezco, en exclusiva, parcela aislada en medio del océano, lamento no poder precisar más la situación. Con encanto, clima benigno y vecindario tranquilo. Excelentes vistas y a un paso de la playa, vayas hacia donde vayas. Mucha superficie útil, quizás excesiva para una persona sola, pero ideal parejas, más aún con expectativas de crecer. Se admiten animales.

La ofrezco en régimen de permuta, acepto a cambio cualquier lugar habitado. Las mudanzas, ambas, eso sí, corren de tu cuenta.

Adjunto plano (aproximado). 





lunes, 9 de septiembre de 2013

viernes, 6 de septiembre de 2013

VIERNES CREATIVOS - COMO NO NOS VEMOS

Después de varias semanas por fin puedo sumarme a la propuesta que nos perfila con su bic naranja, cada semana, Fernando Vicente desde su blog Escribe Fino.

Este viernes tocaba escribir una historia a partir de esta imagen de Adrian Tomine.


Ahí va la mía:

COMO NO NOS VEMOS

Estaba tan absorto en la pantalla de mi smartphone, que no me había dado cuenta de que el tren no se movía. Soy incapaz de decir cuánto rato llevamos parados, pero debe ser bastante.

La parada de la 74, hoy tampoco llego.

En el andén contrario otro tren permanece también en reposo, perfectamente encarado, enmarcado, como dando continuidad al espacio, como esas cristaleras de los modernos, que salen en las revistas, que abren los salones al jardín y a ambos lados del cristal, sus sillas y sus mesas, idénticas, colocadas en perfecta simetría, para realzar el efecto.

Ambos espacios se corresponden perfectamente, asientos con asientos, barras con barras, puertas con puertas, en forma y ubicación. Me pregunto si el que diseña los andenes y vagones del metro es el mismo que proyecta las casas de los ricos. Y si habrá publicaciones en que se muestren también estas creaciones visuales.

No sé. Algo falla en esta perfecta estampa pero no caigo en lo que es.

Entorno mis ojos cansados y hago un barrido.

Me fijo en la chica que tengo delante a la derecha. Es joven, lee un libro que no alcanzo a reconocer, va bien vestida. Tiene un porte elegante, a pesar de su juventud, y aspecto de universitaria, de buena familia. Al otro lado del cristal un chico, que podría tener la misma edad, lee el mismo libro. Es curioso. Sus rasgos son más marcados, aparenta cansancio. Aunque luce camisa y chaqueta, se ven más toscas, más gastadas, no le acaban de ajustar bien al cuerpo, como si hubiera adelgazado bastante en poco tiempo, o las hubiera heredado de un hermano más mayor.

Al lado de la chica, un joven, chaparro y moreno, con rasgos latinos, diría, oculta el rostro con la visera de su gorra, nos obsequia con lo que le sobra de volumen a los auriculares de su Ipod. Se le intuyen unas marcas en los antebrazos, no sé decir si son cicatrices o burdos tatuajes. En su simetría, un tipo espigado, de aspecto escandinavo y expresión infantil, pese a su cierta edad, sostiene un violín en brazos, igual que una amante madre portaría a su cría, y lo acaricia con unos dedos largos y finos. A él lo veo bien, lleva la gorra hacia atrás.

Un poco más allá es otra joven la que sí acarrea a un bebé de verdad, envuelto en un gran pañuelo negro. De este lado, el pañuelo cubre la cabeza de una viejita que de tan arrugada, de tan consumida, parece que hubieran cubierto directamente, con papel de estraza reutilizado, un breve esqueleto humano.

Parecidas discordancias se repiten en todo el pasaje.

No me atrevo a mirar justo enfrente de mí.

Pasan los minutos. 

Sin movimiento. 

No es que estemos inmóviles, bueno los trenes sí, pero no parece moverse nada, como si la pesada atmósfera subterránea de Nueva York nos mantuviera en un cierto estado de latencia. Nadie más parece haberse dado cuenta de esta extraña escenificación o, como yo, no pueden mirarse.

Simultáneamente, ambos decorados comienzan a deslizarse en sentidos opuestos. Antes de perder definitivamente la perspectiva caigo en la tentación de buscarme. Mi contraparte tiene pinta de buena persona.


Me ha salido más largo de lo que tengo por costumbre publicar aquí, pero me apetecía salirme del corral de las cien palabras, je je.


jueves, 5 de septiembre de 2013

POLÍTICA



BREVERÍAS



Es cuando se te quema la casa y los bomberos no llegan porque están discutiendo si el camión ha de ser rojo o azul.



miércoles, 4 de septiembre de 2013

FILOSOFÍAS PARA SEPTIEMBRES

Fuera por el estrés de Julio, fuera por el desestrés de Agosto, fuera como fuere, fuere que me había saltado las dos últimas convocatorias del ENTC (bien me duele haberme perdido los bichos, je je), pero aquí llega el Sr. Septiembre para ponernos las cosas en sus sitio.


Imagen de Nicoleta Ionescu

FILOSOFÍAS PARA SEPTIEMBRES


De nuevo aquí, de nuevo ahora.

Mis relojes comienzan su lenta procesión de retrasos, unos segundos cada día, armónicos, sincronizando mi cuerpo a una realidad, hoy un autobús que se marcha, demasiado pronto. Demasiado pronto para hacer tardes. 

Mientras: me busco en los bolsillos, doblo erguidas esquinas, camino en círculos, presiento la crecida de las noches, un silencio pardo va conquistando el parque por el norte,… En el otro extremo, el jardinero resiste, parapetado tras los setos, mojando a los transeúntes, musitando después una disculpa de niño travieso.

Nunca es tarde para las puertas abiertas.

No me voy cariño, ni a por tabaco ni a por nada; me vuelvo, conmigo,… Me llevo, como alforja, un buen viaje, iniciático, en toda la boca.


También lo puedes leer en la página del ENTC pinchando el enlace y participar, si quieres, de este retorno, hasta final de mes.







domingo, 1 de septiembre de 2013

WERT IS COMING

Empieza un nuevo curso y, como si fuera un juego, para algunos. Un juego muy muy peligroso por la importancia de lo que nos jugamos.

Avisados estamos.



También te la puedes llevar puesta si quieres.