—Le digo que en
el maletero de mi coche había un cadáver que ha desaparecido.
—Pero entonces no
entiendo, ¿viene a entregarse acaso?
—¿A entregarme? Está
usted loco ¡Vengo a denunciarlo!
—A denunciar que
tenía un cadáver en el maletero.
—¡A denunciar su
desaparición!
—Pero, ¿cómo su
desaparición? ¿Quién era el muerto? ¿Qué hacía en su coche?
—¿Qué importancia
tiene eso? Le digo que ya no está.
—Señor gobernador,
¿cómo no va a tener importancia?
—Usted debe ser
nuevo aquí, ¿verdad?
[…]
Para saber más |
—Mire, tenemos
media docena de muertos sin identificar en el depósito, algunos llegados esta
misma semana, si le parece podemos organizar una rueda de reconocimiento y si… tal vez podamos...
—Bien. Eso me
parece aún mejor que poner una denuncia. Empieza usted a ser razonable. Bien.
—Bueno —suspira—.
Como dudo que haya peligro de que los “sospechosos” puedan verle haremos la
rueda en la sala de autopsias. Si es tan amable de esperar un momento daré
orden de que los preparen.
Apenas un par de
minutos después el flamante nuevo comisario de distrito asoma por la puerta.
—¿Gobernador?
Acompáñeme.
Al entrar en la
sala refrigerada, al comisario aún le parece cálido el aire, al contacto con su
piel.
—El segundo por
la derecha me gusta —descubre el bulto señalado que corresponde a una mujer,
con rasgos étnicamente algo confusos y de mediana edad. No se aprecian signos
externos de una muerte violenta.
—¿La identifica
como la persona que había en su maletero?
Se encoje de
hombros. —Esta ya me parece bien —dice tomándola de la mano que cuelga de la
camilla con gesto condescendiente—, me la llevo.
—¿Pero cómo se la
va a llevar? ¿Quién es esta señora? ¿Acaso tiene relación tiene con ella? Todavía
no hemos determinado las causas de la muerte, ni...
—Como puede ver —dice
mostrando ambas aún unidas—, si analiza
su mano encontrará transferencias de epiteliales mías en la suya, eso ya me
relaciona con su suerte. No me haga perder más tiempo. Me la llevo.
Sin un solo gesto
que pudiera anticiparlo, dos armarios roperos, enfundados en sendos trajes
negros, irrumpen en la sala y se llevan el cuerpo en volandas con inusitada
destreza.
—Comisario,
entiende que no podía ir así por este mundo de tiburones, ¿verdad? Confío que
se hará cargo de lo delicado de la situación, y que sabrá tratarla con la
conveniente indiscreción.
Jajajaja, lo trataremos con la indiscreción que merece. Gracias por las risas ;)
ResponderEliminarBesos desde el aire
Gracias Rosa. Aplicando la máxima de la Faraona: que hablen de uno aunque sea para mal.
EliminarBesos al aire.
ESpeluznante entre risa y ojos abiertos de para en par. Azcona en espíritu, Un abrazo.
ResponderEliminarTirando de otro gran pensador (hoy estoy abusador de citas):
Eliminar"En este mundo podrido y sin ética, a las personas sensibles solo nos queda la estética" - Makinavaja.
Je je.
Abrazos Pablo
Es que todos deberíamos llevar un muerto en el maletero. Seamos gobernadores o no. Sería más seguro, y el mundo olería peor.
ResponderEliminarMuy divertido.
Abrazos
Olería peor, pero sabríamos de donde viene el olor, lo cual sería una ventaja, tal vez...
EliminarGracias Anita.
Abrazos
Llevar un muerto en el maletero es ¡¡lo más!!, pero que desaparezca y denunciemos su desapareción ¡es de locos!.
ResponderEliminarEntre risas y sorpresas me has llevado de la mano en este diálogo y has conseguido meterme en la escena. Soy yo ahora, la de la mano colgante....jajajja....
Besos Miguel e ¡¡inicio de temporada!! mucha suerte.
Pero si no se respeta la propiedad privada, ¡a dónde iremos a parar!, je je.
EliminarRecoge la mano, recógela que puede venir cualquier desaprensivo y...
Besos Laura, ahí vamos, con la maleta llena y dispuestos a presentar batalla, suerte para ti también.
Bueno, padrino, qué escena más delirante (y la foto, claro). No sé por qué me da que la realidad de las cosas no anda lejos de lo que te ha inspirado: ¿el absurdo de nuestros días?
ResponderEliminarHe pasado un rato muy divertido..., pensando dónde demonios ha ido a parar el maletín con billetes de 500 y un revólver que dejé en el tren.
Un abrazo
Juan M
Qué razón tienes compañero (para más señas, pinchar el enlace del título de la foto).
EliminarEsta tarde vi pasar un cadáver con un maletín lleno de dinero, ¿si lo vuelvo a ver le pregunto?
Abrazos Juan Manuel.
Que m'ancantao, para qué decir más. Divertidísimo, me recuerda a Tip y Coll.
ResponderEliminarQué buenos Tip y Coll (ahora no puedo dejar de ver el gag aquel de la jarra, je je).
EliminarMuchas gracias Elisa.
Un beso, pero no microjusto, de los grandes.
Yo no sé lo que llevaré en el maletero. Un día de estos lo vaciaré, y si encuentro un cadáver, espero que no se me pierda.
ResponderEliminarUn saludo
Para eso es conveniente etiquetarlos con una dirección de referencia, para que te lo puedan devolver llegado el caso. Yo desde que tengo un maletero con doble fondo vivo mucho más tranquilo, eso sí, no pienso levantar esa tapa ni muerto, je je.
EliminarUn saludo Henry.
¿Supera la ficción a la realidad?,Ay, quién no lleva un cadáver en el maletero, o por lo menos en la cabeza.
ResponderEliminarParece que ambas se retroalimentan en una espiral que... Todos tendremos de eso seguro, pero de ahí a lucirlo en la solapa como si fura un pin... Todo junto no sé dónde nos lleva.
EliminarBesos Mamen.