Relatos desencadenados 2013-2014
Muchas lágrimas para la semana 14 del ReC y un par más en el saco de los despojos, je je.
A presión
Pero esta vez, ella lloró; como lloran las cafeteras “espresso”, las de verdad, esas elegantes “la Spaziale”; empezó a echar espumarajos, como de leche hirviendo; parecía una olla a presión olvidada al fuego sacando vapor por todos los pitorros. Fue ver entrar aquel expositor, tan moderno, con todas aquellas pequeñas cápsulas de variados colores.
Benditas cafeteras de verdad, robustas y que mejoran a cada uso. Qué pena que vayan siendo suplantadas por esas pusilánimes Nespresso, que supuran café para ser bebido en vasos de cartón. Ay, qué modernos nos estamos volviendo todos. Buen micro, Miguel!
ResponderEliminarUn abrazo de oso.
Ay Calmercita. Cada vez somos más los que nos sentimos cafeteras, esperando a dejar de ser "viejos", para ser "vintage", o para ser de nuevo valorados, una vez pasados los brillos de la falsa modernidad, como los vinilos o los lápices de madera con goma arriba, je je.
EliminarAbrazo de oso feroz.
Todos corremos el riesgo de ser sustituidos en algún momento, con eso ahí que vivir, a veces hasta puede resultar beneficioso.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Sí claro, y es bueno ese estímulo, solo que a veces, so pretexto de esa modernidad, no hacemos más que ir a peor, y cosas que en sí pueden ser un buen punto de partida para esa evolución son desechadas sin más.
EliminarAbrazos amigo Juancho.
Qué bueno Miguel!! Me gusta porque no es de los que llevan sorpresa final ni le hace falta. Desde el principio disfrutamos de la "tragedia" muy bien contada...esos "espumarajos como de leche hirviendo" Hummmm jeje....me ha gustado mucho sí!
ResponderEliminarSuerte la próxima!
;)
Gracias Pulga, igualmente. A ver si en esta, que son dos semanas, le da tiempo a las musas a encontrarnos, je je.
EliminarAbrazos.
Está claro que el día que den la mención a la originalidad en ReC te lo van a dar a ti. Entre el cambio climático con ese mosquito de cuerpazo danone y ahora la que llorar como la cafetera con espumarajos demuestras tu gran imaginación. Suerte para la próxima de suspiros.
ResponderEliminarQué le vamos a hacer, me gusta salirme del tiesto, je je.
EliminarSuerte para ti también, un abrazo.
Donde esté la italiana de toda la vida...
ResponderEliminarNo te han seleccionado para salir en antena, pero en cuestión de originalidad no te gana nadie. Tienes una genialidad que me encanta.
Besos de Piel, que riman con Miguel.
Ahí le has dao, je je.
EliminarGracias Raquel, que también rima con Piel. Besos en la idem.
Ay pobre, si hasta las cafeteras tienen su corazoncito...
ResponderEliminarMe estreno en tu casa (creo), con un micro divertido e ingenioso.
Un saludito.
Je je, ya ves, ahí dentro hay algo que bombea.
EliminarPues bienvenida Rosy, me alegra tenerte por aquí. Iremos haciendo el camino de mi caseta a tu pinar.
Saludos.
¿Qué fue, padrino, del mundo en el que crecimos? ¿Qué fue del camarero limpiando con una bayeta el vaporizador de la Cimbali? Muy curioso tu relato.
ResponderEliminarUn saludo
JM
Ahora lo sacan cada poco por la tele en programas "remember when", sobre todo por "la 2", je je.
EliminarSaludos Juan Manuel.
Hola Miguel. Me parto. XD . Es muy original.(como el anterior, y el otro, y el otro...). Eres un filón. Que tiemble Eduardo Mendoza cuando publiques el primer libro. Que le echas la pata por encima, fijo. Un abrazo amigo. :)
ResponderEliminarAnda ya, que me pones colorao. Que culpa tendrá el pobre Mendoza, je je. Ya quisiera yo que todo lo que escriba en mi vida valiera por un capítulo cualquiera de " Sin noticias de Gurb" je je. Pero se agradece.
EliminarAbrazos Juan Antonio.
Hola, Miguel.
ResponderEliminarUna cafetera que sufre es la originalidad personificada y si encima escupe espumarajos de leche hirviendo es... para enamorarse de ella.
Atrevida y original apuesta.
Me encantó.
Un abrazo.
¿No crees que muchas veces parece que estén enfadadas con el mundo, y a punto de reventar, echando vapor por todas partes? Je je.
EliminarAbrazos Towanda.
Muy buena apuesta Miguel, yo como cafetero redomado que soy te hubiese dado mi voto sin leer los demas relatos :-)
ResponderEliminarUn saludo amigo.
Con el café no se juega, eso sí que no, je je.
EliminarSaludos Alfonso.
Jajaja, ¡que cafetera tan simpática!! Original y buena tu apuesta Miguel, me ha gustadomucho.
ResponderEliminarBesicos muchos.
Gracias Nani, un besazo enorme.
EliminarMe ha gustado tu relato. Me ha parecido divertido. Una buena y diferente apuesta para REC.
ResponderEliminarUn saludo
Gracias Henry, si no le buscamos una vuelta a estas historias, je je.
EliminarSaludos.
Dentro de lo que cabe, la de la foto no es muy antigua, me acuerdo de las de palanca, que si hacían buen café, era mas merito del camarero que de la cafetera jeje. Muy bueno y original. Un abrazo crack.
ResponderEliminarClaro, es que quería reflejar que la modernidad y... Nah! es que me moló la foto, je je. No pocos cafés habrás hecho con cafeteras de esas, je je, que gusto cuando te sirven un café bueno, bueno.
EliminarAbrazos Juanjo.
Qué grande Diego, lo de la relación clandestina genial.
ResponderEliminarAbrazos desde Barcelona.
Modernidad y Clasicismos... a mí me gusta el café ¡me encanta! pero he de reconocer que he sucumbido a los encantos de los conitos de colores con muchos sabores ¡qué pijotería! ¡fue un regalo! ¡algunos colorcitos saben muy bien!.... :)
ResponderEliminarY regresando a lo literario, pues decirte que debieran haberte llamado por haberte descuernado buscando una cafetera que supiera llorar, por lo simpático y original de tu texto.
Un besazo y ¿a quién harás suspirar ahora?.... aaaayyyyy.... beso.
Je je, es inevitable, yo también tengo una en casa pero so no es una emergencia sigo usando una pequeña italiana de las de toda la vida.
EliminarUn besazo Laura, así como suspirado.