Y aquí mi propuesta.
Pastillas rojas contra el mareo
Habían atravesado la capa de nubes y un sol radiante bañaba todo el interior del avión filtrándose, cual dorado peine, por cada una de las ventanillas, cuando uno de esos filamentos luminosos comenzó a rebotar loco entre los respaldos. Inesperadamente se proyectó contra el techo desviándose hacia la cabina. Allá se mantuvo, completando varias carambolas entre los carros de comida, la puerta de los lavabos y los cuadros de control; para enfilar después el pasillo, perdiendo energía en cada salto, depositándose mansamente bajo el asiento de Alice. Ahí parecía languidecer palpitando cada vez de forma más tenue. Por eso Alice tuvo que abrir la puerta de la nave. Para liberarlo. Que luego se lanzara tras él…
Este miércoles, entre las 7 y las 9 de la tarde, en la ventana, el ganador final.
Buenísimo Miguel, sobre todo por abrir esa puerta a la aventura al final Y ese rayo travieso. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias Pablo. Todos necesitamos a veces un rayo de esos.
EliminarAbrazos.
Seguro que al final lo atrapará Alice y lo guardará en una cajita de cartón para poder jugar con él cuantas veces quiera.
ResponderEliminarUn saludo
Pero sin cerrar del todo la tapa para que le entre el aire que necesita para brillar.
EliminarUn saludo Henry.
Ni los rayos de sol ni los pensamientos de los pasajeros son elementos previsibles en la cabina de un avión. Un final inquietante, no solo me preocupa Alice, sino también el resto del pasaje, al que no le auguro nada bueno tras esa puerta abierta...
ResponderEliminarUn abrazo Miguel.
El resto del pasaje se podía haber lanzado también detrás de Alicie, je je.
EliminarAbrazos amigo lagarto.
Oye, pues me gusta mucho ese rayito travieso, tras el que corre la loca de Alice. De verdad.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias Miguelángel.
EliminarSigo con mucho interés, en la distancia (días y horarios no me permiten hacerlo de cuerpo presente), tus nuevas peripecias en Diarium. Suerte.
Un abrazo.
Una cosa llevó a la otra y... Por cierto, existen experiencias parecidas a bordo de aviones de pasajeros: son como centellas, bolas de luz que recorren la cabina.
ResponderEliminarMe gustó el relato, pero creo que la cosa con don Mario era distinta. Suerte la próxima vez. Yo también presenté algo, pero la frase de inicio me pareció algo neutra.
Un saludo lucido, padrino.
JM
Me picaste la curiosidad compañero: http://es.wikipedia.org/wiki/Rayo_globular
ResponderEliminarA don Mario ya me lo tiraré un día a la cara, je je, ¿te importará prestarme a Jaramillo para la ocasión? Me voy volando a ver lo que le presentaste tu, je je. La frase tampoco me gustaba mucho a mi, no creas.
Siempre lucido, claro, saludos.
Jaramillo está encantado, pero no me fío, padrino: ese la emprende con la academia en pleno. Menudo es.
EliminarUn saludo
JM
From lost to the river, je je.
EliminarMuy bueno, Miguel.
ResponderEliminarEste concurso es uno más de los que me hacen dudar de la seriedad en la selección.
Un abrazo.
Gracias Pedro.
EliminarQue hayan recibido más de tres mil relatos en diez días, y que al día siguiente de cerrar la recepción salgan los finalistas, me hace pensar que no se puede hacer objeción alguna al resultado, más allá de quizás, prever unos espacios más razonables en futuras ediciones.
Yo estoy muy contento con mi cuentito, aunque le vea algunos agujeros, y para mi es suficiente (de momento, je je).
Abrazos.
Es un buen despojo. No se puede ni se deben mezclar las pastillas (menos aún las rojas) con "conducirse". No, no, es peligrosísimo.
ResponderEliminarSi, me gustó
Buen consejo Luisa, diga lo que diga Ray Loriga, je je. Muchas gracias.
EliminarUn abrazo.
Muy original, y algo travieso, me gustó.
ResponderEliminarAbrazo
No se puede evitar la travesura, que le vamos a hacer.
EliminarGracias Ángeles, un abrazo.
Muy bonito...:) ¿historia encubierta acerca de la necesidad de algunas personas de perseguir las cosas que realmente merecen la pena que ofrece la vida? En cualquier caso esa fusión entre la "locura" del personaje y el circense deambular del rayo me sugiere una historia muy tierna. Enhorabuena :D
ResponderEliminarEs una buena interpretación, sí señor, es muy posible.
EliminarGracias Juan Antonio, un abrazo.
Creo que es un micro estupendo Miguel, me ha encantado ese rayo rebelde de sol que se libera y hace lo que le viene en gana para terminar despertando a Alicia cual conejo blanco que se precie. Nadie debería dejar dormir a su Alicia para siempre, muchos lo hacen, por desgracia.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias Fernando, ese rayito, que palpita cada vez menos si no lo dejas salir, es la esperanza que nos queda; habrá que ir dándole cancha, aunque de vértigo el salto.
EliminarAbrazos.