Relatos desencadenados 2015-2016
Después de una semana de pies, ahora una ronda de manos para los despojos del ReC.
De aquellas babas…
Las besa con suma conciencia para no equivocarse. La derecha, como mandan los cánones, con devoción, fervor y la correspondiente genuflexión. En la izquierda se recrea. Repasa cada falange con la punta de su lengua afilada. Afianza la presa un instante para voltearla y repetir el tratamiento lamiendo toda la palma. Prosigue su particular exorcismo desde la muñeca hasta el codo. En pleno derrumbe, el prelado, reconoce la lengua antes que los ojos.
De madera
Las besa con suma conciencia para no equivocarse, como le han enseñado. Primero con los labios cerrados, suavemente, casi sin tocar. Después se atreve a asomar la lengua, imperceptiblemente. Aquí se detiene, para crear tensión, eso les gusta. Las humedece ligeramente para seguir progresando. Las atrapa con los dientes, pero sin apretar, sólo avisando, y se lanza a fondo. Después de media hora empieza a notar que pierde la concentración. Casi se le escapa un bostezo que a duras penas consigue convertir en suspiro. Le atenaza el cansancio, pero ha de seguir. Si los convence, el próximo curso le dejarán probar con personas.
Y la propinilla claro, para no morder.
A las manos que le dan de comer
Las besa con suma conciencia para no equivocarse.
Tus propinas son geniales. Estupendas. Como lo es esta.
ResponderEliminarGracias Luisa, es lo que más me está divirtiendo esta temporada.
EliminarAbrazos.
Muy buenos Miguel y como dice Luísa, tus propinas inmejorables.
ResponderEliminarBesicos muchos.
Gracias Nani.
EliminarBesotes.
La propina, siempre insuperable, ¡Generoso!
ResponderEliminarUn beso con suma conciencia
Siempre mejor a conciencia.
EliminarBesos Salamandra.
Me ha encantado la primera sobre todo, y la propinilla ¡genial!
ResponderEliminarUn besote
Ahí vamos, defendiéndonos como podemos con estos inicios.
EliminarBesos, Izaskun.