2Q84
Su vocación de huida fue esculpida en su carácter, primero
por sus padres que la arrastrarían por los mundos buscando ofrecerle su propio
destino. Después ella misma manejaría el cincel escapando tanto de unos como
del otro. Con esta certeza como único equipaje Shiroi Tsuki apretó el paso
cansada, sintiendo tras de sí, más cerca que nunca, el aliento húmedo y
verdoso, como un cazador paciente y sucio, que se sabe ganador y no tiene
prisa. La sombra perenne aspirante a sus pies.
Vagaba entonces sin aparente rumbo, repitiendo mecánicamente
las rutinas de desorientación aprendidas, sin pensar, todas las calles le
parecían una misma letanía de contenedores de vidas a medias, hasta que lo
tropezó. Él sobre el tobogán, la mirada fija en la ventana encendida y al pie
reflejadas en un charco, dos lunas.
-Te esperamos largo tiempo – dijo la sombra a su espalda.
la ilustración de este mes a cargo de Fernando Martínez |
Yo me permití hacer mi interpretación basada en la interpretación de 1984 hecha por Murakami. Podéis leer también, y comentar el relato en esta entrada de la página de ENTC, y si os animáis escribir algo también.
El asombroso aliento poético del relato, le convierten en un texto fronterizo, con ese personaje extraviado por rutina, esa sombra peremne... Lo adoptaría como un poema.
ResponderEliminarTe felicito, un abrazo.
Me llevo fatal con las estructuras poéticas, rítmicamente soy más de amalgamas irregulares que de compás de cuatro por cuatro, creo que por ahí me sale una cierta vena anarquista que no puedo reprimir, je je, pero me gusta lo del aliento poético y la vida de fronteras, eso sí.
EliminarMuchas gracias por el cometario Amando,lo valoro enormemente.
Un abrazo.